martes, 5 de julio de 2011

Las dos caras del matrimonio



                                                                                           Antes del matrimonio...

Él: ¡SI!, por fin... qué largo se me ha hecho.

ELLA: ¿quieres dejarme?

ÉL: ¡no! ni siquiera lo pienses...

ELLA: ¿tú me amas?

ÉL: por supuesto, una y otra vez.

ELLA: ¿alguna vez me has sido infiel?

ÉL: ¡noooo! ¿cómo te atreves siquiera a preguntar eso?

ELLA: ¿me besarías?

ÉL:    en cada oportunidad que tenga.

ELLA: ¿saldrás con los amigos?

ÉL:  ¿estás loca? no soy ese tipo de persona.

ELLA: ¿puedo confiar en tí?

ÉL:  ¡Si!

ELLA: ¡mi amor!


         despues del matrimonio...

                                                   ¡¡¡LEE EL TEXTO NUEVAMENTE PERO DE ABAJO

                               A ARRIBA!!!




                                                      

lunes, 4 de julio de 2011

Piel canela




              Déjame que ahora te ame, te cuide, te mime a mi manera,
que vuelvas a sentirte hembra realizada, dichosa entre las mujeres y
enseñarte el significado de la pasión verdadera.

              Déjame demostrarte lo que por tí he sentido y siento....aunque tú no me quieras
déjame borrar ese pasado que impregnado en tu cuerpo aún llevas,
vida alegre, sonrisa libidinosa, corazón y cuerpo ardiente que a tus amantes entregas,
juventud mancillada a causa de tantos desengaños sufridos, de falsos amores, desprecios y quimeras.

             Atrás quedó esa figura de mujer de bandera, torbellino de pasiones, flor en primavera,
ojos de azabache como su largo pelo, dientes de nácar y piel canela.

              El paso de los años ha hecho en tí mella, ya no rompe corazones esa mujer morena
que enardecía a los hombres con la salvaje belleza y la embriagadora fragancia de un jardín en primavera
todos tus encantos se fueron marchitando, tu piel ya no es tersa, tu fulgor se fue apagando,
ya no mueves tus caderas cuando vas caminando, ya no desprendes ese aroma a jazmines y nardos,
y ese pelo azabache que hoy luces blanco.,
   
             Ya no hay brillo en tus ojos, ni tu mirada es felina ni penetrante, sólo conservas tu ajada
tez morena y el recuerdo de antiguos amantes.

             Siempre me rechazastes por la diferencia de años, podrías ser mi hijo, me decías, no estaba
aún preparado, apesar de que siempre de tí estuve enamorado, siempre albergué la esperanza
através de estos años, que el destino nos uniera y ver mi sueño realizado, mi sueño más maravilloso,
el más codiciado, ahora seremos dos corazones en uno y alma gemela, y que la llama del amor
nos consuma como a amantes de cera.