miércoles, 20 de marzo de 2013

Ablación en el mundo


     Noches atrás estuve viendo una película por la tele, creo que se llamaba "Flor del desierto), y, a pesar de tener una idea de la magnitud que alcanza el hecho de que una mentalidad y tradición machista, retrógrada, absurda y obsoleta siga llevando a cabo ésta desgarradora y monstruosa costumbre de privar a la niña, futura mujer de uno de los privilegios tan esenciales, dignos y necesarios que la naturaleza les otorga como es gozar de la relación sexual, me conmovió, basadas en hechos reales e interpretada por una activista que sigue luchando por la erradicación de éste método antinatural que se sigue llevando a cabo en muchos lugares de Africa, y, sólo pretendo a través de mi blog, que, como sabreis se prodiga mayormente en posts en los cuales pongo de manifiesto precisamente las sensaciones, placeres y gozos que experimenta la mujer cuando disfruta con su pareja, y quiero romper una lanza en favor de los derechos de tantas niñas que inevitablemente y gracias a la indiferencia de los gobiernos y jerarquías políticas de éstos paises, se verán privadas de una vida sexual, plena y digna, además de quedar traumatizadas y marcadas para el resto de sus dias.
   Manifestando de ésta manera mi rechazo ante tan brutal actitud y método, con la esperanza de que algún dia termine ésta pesadilla para tantas criaturas inocentes.






     Se estima que cada año 2 millones de niñas sufrirán la extirpación parcial de sus genitales externos como consecuencia de la ablación o mutilación genital femenina, una práctica cultural y social, muy arraigada en 28 países, que pone en grave peligro su salud y vulnera sus derechos fundamentales.
  Aproximadamente el 91% de la población femenina de Malí ha sufrido la ablación de parte de sus genitales, y en la zona específica donde se lleva a cabo este proyecto, la incidencia de esta práctica es del 92,2%, sin diferencias entre rangos de edad, de lo cual se concluye que la mutilación genital sigue pasando de generación a generación a pesar de que en Malí se prohibió que se realizará en hospitales desde 1975.



      En la zona donde se lleva a cabo este proyecto se continúa practicando la ablación por dos razones: porque las familias se sienten comprometidas a seguir con las tradiciones, aunque la gran mayoría desconoce las consecuencias que suponen; y porque existe la creencia falsa de que la mutilación genital femenina previene la infidelidad femenina.
 

martes, 19 de marzo de 2013

imaginándote





      Ésta mañana me he despertado oliendo a tí,
imaginándome estrechado  entre  tus brazos,
pensé que eran tus manos las que me acariciaban,
invadiéndome unos extraños e incontrolables deseos,
aún contemplando el vago reflejo de tu ausencia,
por el oscuro mar de los sueños difuminado.

       He vuelto a gozar de voluptuosos y solitarios placeres,
pero sin el calor ni el sabor de tus besos,
sin el cálido aliento que impregna mi piel estremecida,
logrando que mi cuerpo se debata entre un clamor lujurioso
y un solitario entusiasmo de jadeos y anhelos,
echando en falta tus intenciones obscenas a mis oidos susurradas,
revelándome tus más fervientes fantasías,
esas que tú y yo compartimos disfrutándo como buenos amantes
en la intimidad , en nuestro ritual secreto.


viernes, 15 de marzo de 2013

El sabor de la madurez

 




           Como olas de mar tempestuoso, que iracundas acometen
contra el acantilado, erosionando, debilitando su pétreo relieve,
así marcan los signos de la edad a través del tiempo, dejando
sobre el hombre inequívocas secuelas fisiológicas, que por
naturaleza cronológica y cíclica, son el indicio de que la
invulnerable y vigorosa juventud le irá cediendo paso a la
inevitable madurez, tratando de afrontarla con dignidad y alegría.

           Olas implacables acometiendo sobre las rocas,
erosionándolas como a nuestras jóvenes y lozanas anatomías,
combatiendo contra el imperturbable avance de las décadas
impidiendole una decadente facultad de nuestros deseos,
apagar el fulgor de nuestra existencia o borrar nuestros
mejores recuerdos y fantasías.


                           


            Cuánta soledad, cuantos anhelos, cuantos bellos
recuerdos que la nostalgia ha ido marchitando. Destellos
de felicidad que mi alma los interpreta y visualiza en blanco
y negro. Intentando de asumir el infinito vacío que me dejó
tu gélida y devastadora ausencia, tratando de llenarlo
con retazos del ayer, de aquel lejano verano en que tú y yo
nos conocimos y que nos bebimos sorbo a sorbo, libando
de él la esencia de sus amaneceres, crepúsculos, noches
de amor y desenfreno.

            Jugando a seducirnos, empujados por un torbellino
de carnales deseos, comenzando una insólita y mágica
aventura amorosa, una turbadora historia de amor y
pasión, apropiandonos mutuamente de corazón, voluntad
y alma, a través de un ritual de lujuria y libidinosa entrega
de nuestros encendidos cuerpos.

            
            
           Embriagados, hechizados y extasiados por el roce de
nuestras pieles bronceadas, impregnadas en sal y fragancia
marina, que por cada poro eran absorbidas y nutridas.
Sumergidos en un cálido mar de aguas turquesas, dejándonos
llevar por el constante traqueteo de sus olas, incitándonos a hacer
el amor y retozar acariciados y mecidos por ellas. Empujándonos
suavemente hacia la orilla envueltos en mil caricias y salados besos,
arena fina y blanca espuma formaban nuestro idílico lecho.




                       


          El destino nos separó sin esperarlo ni desearlo, el mismo que nos ha
unido transcurridos muchos años. Coincidiendo en un tranquilo y discreto
hotel de una elegante y paradisíaca costa del mediterráneo.
          
Un reencuentro inesperado, sorprendente y grato, que el destino, el azar o,
quizás ambas cosas provocaron, y que, una nueva oportunidad como ésta, pintando
canas y algunas arrugas,  otra más no tengamos. Para que mutuamente nos entreguemos
a una placentera, sugestiva y dulce cópula, dejándonos llevar por nuestros deseos
otoñales, de nuestras experiencias en el amor y de todos sus encantos. Convirtiendo
la gris decadencia en virtud, y hasta que nuestros cuerpos resistan, disfrutar del
momento y hasta la extenuación... amarnos, amarnos y amarnos...

            Como si de una primera luna de miel se tratara, impacientes y ebrios de lujuria
nos dirigimos hacia la suite previamente reservada, y una vez solos ella y yo, sin
dejar de mirarnos a los ojos, nos acometimos sin más preámbulos ni contemplaciones.
con inusitada violencia, con furia, despojándonos presurosos de todo cuanto cubría
nuestras  febriles carnes, desprendiendo los olores y efluvios de animales en celo,
impregnando las arrugadas y tibias sábanas que envolvían nuestros inquietos cuerpos.



                                         



            Comenzando una frenética  lucha sin cuartel, cuerpo a cuerpo, en la cual
los espasmos y gemidos se volvían irremisiblemente desesperados, agónicos, como
también lo era la reacción desenfrenada que mostraban nuestros gestos  extasiados.
Y los rugidos que impúdicamente proferían nuestras gargantas al unísono, manifestando
el inmenso placer que ambos estábamos experimentando. Nuestras bocas ansiosas
exhaustas de recorrernos y lamernos con gula devastadora. La respiración entrecortada
agitada, convulsa precede a un intenso y maravilloso orgasmo obtenido simultaneamente,
induciéndonos a una tregua, el tiempo preciso para recobrar el aliento y un mínimo de energías.
Retomando de nuevo la grata batalla carnal, estimulándonos la libido, intercambiando
susurros procaces al oído.
Enlazando, presionando nuestras piernas y brazos rodeándonos cintura y cuello,
frenético choque de vientres comenzando una danza de movimientos rítmicos y acompasados.


               El impacto de nuestras sudadas y sometidas carnes chocando entre sí de una
forma violenta, constante, provocando sonidos secos, descompasados a los que se le
iban sumando los inevitables gritos y jadeos de ambos, formando una sonora y obscena
sintonía con partituras lascivas y melodía concuspiscente. Sometiendonos el uno al otro
a una insólita pero deseada prueba de resistencia, echando el resto sin escatimar esfuerzos,
sólo se vive una vez y la felicidad completa no dura eternamente....