Ella

    Tengo mil motivos
para estar agradecido con la vida,
entre ellos, haber contemplado tantos amaneceres,
como atardeceres,
que mi corazón ha ido deshojando con alegría,
saturándome del mágico colorido y fragancia
de románticas y turbadoras primaveras,
de cielos púrpura, azabache, brillantes y zafiro,
imágenes que han quedado atrapadas en mis retinas...

     Pero sobre todo, existe uno que me llena, me acapara,
que dá sentido y luz a mi existencia,
colmándola de gratitud, amor y dicha,
que me reporta equilibrio emocional, seguridad y fuerza,
haciéndome sentir a veces entre nubes de algodones,
inundando mis noches de pasión, carmín y caricias...

      ELLA, imperturbable viajera por la senda de la decadencia,
ella, para mí la única y verdadera,
la que sacia mi sed de lujuria,
la única por la que vivo y burlo el paso del tiempo,
la que conoce mis gustos, ella es la respuesta a todos
mis sueños y quimeras...

      Derrochando pasión y ternura cuando me ama,
me ha hecho experimentar sensaciones que desconocía,
sintiéndome pequeño, ingenuo en su regazo,
haciéndome vibrar, sentir, gozar con intensidad inusitada,
mi amante maravillosa, irrepetible, musa de mis oníricas fantasías...